Estas esposas nos gustan porque tienen mucho pelo, lo cual las hace súper cómodas y agradables al tacto, para que tu pareja no sienta ningún roce o daño en las muñecas.
“Juega a masajear a tu amante con el peluche de las esposas. Véndale los ojos, luego paséalas por cada centímetro de su piel… y a continuación, sin que sepa lo que son ni por supuesto las haya visto antes, esposal@. Que empiece la fiesta intima entre ustedes”.